Este jueves 29 de Agosto se dio la bienvenida a las deportistas que participarán en estos juegos con diversos discursos, manifestaciones artísticas y una presentación respectiva para cada uno de los colegios que forman parte de esta importante competencia.

La llamada “Llama Olímpica” es un símbolo que representa un ardor que permanecerá encendido en los corazones de todas las personas que constituyen esta gran comunidad marista. Rocío Avendaño Cirés, alumna del Instituto O´Higgins, que se ha destacado a nivel nacional en tenis, fue quien tuvo la importante tarea de encender esta llama. (Foto de Portada)

Otra destacada alumna del colegio “Instituto O´Higgins”, Josefa Abarca, fue quien realizó el juramento de deportistas para comenzar esta XXV versión de los Juegos Nacionales Femeninos Maristas.

El departamento de artes del colegio anfitrión realizó diversas presentaciones artísticas, entre ellas bailes y manifestaciones musicales, las que representaban a las culturas de todos los países del mundo, además de velar por los derechos de los niños.

El rector del Colegio Marista de Rancagua, Claudio Castillo, dedicó unas palabras a las deportistas y habló sobre cómo se preparó el IOH para estos Juegos Nacionales Femeninos Maristas: “Como colegio hemos trabajado mucho con el corazón, para que todo aquello que ustedes vivan durante estos días de olimpiada esté a la altura y en las mejores condiciones para la buena puesta en escena de cada una de sus disciplinas deportivas”.

Después de estas palabras, finalizó resaltando la idea de que somos una sola familia marista, con un sólo corazón: “Hoy no importa de la ciudad o región en la cual se encuentre vuestro colegio, no interesa si este es subvencionado o privado, no importa las diferencias que pueda haber en nuestra indumentaria deportiva. Lo verdaderamente importante, es que somos y seremos por 7 días un solo corazón y un mismo espíritu, como lo soñó nuestro Fundador Marcelino Champagnat”.

Para finalizar, Ernesto Reyes, quien es el delegado de misión marista en Chile, realizó un discurso orientado a los valores cristianos que se reflejan en el deporte, los cuales deben estar presentes en todo momento durante estos juegos maristas: “Apreciadas Deportistas Maristas, les provoco en la señal de nuestro Santo Padre. Por favor, suden la camiseta, pero la de Cristo y sus valores, porque: “Cuando «se suda la camiseta», tratando de vivir como cristianos, experimentamos algo grande, nunca estamos solos, formamos parte de una familia de hermanos que recorren el mismo camino”. Jesús nos pide que le sigamos toda la vida, nos pide que seamos sus discípulos, que juguemos en su equipo”.

Por: Ariadna Alam y Maximiliano Barraza.