LOS BUENOS HECHOS HAY QUE RECONOCERLOS Y OBVIAMENTE, COMENTARLOS. Nos dimos cuenta, revisando algunas fotos, que fue el mismo profesor que este medio digital encontró después de la Misa Olímpica, el Domingo 31 de Agosto en el Estadio Marista. Nos atendió gentilmente a la petición de unas fotos para sus alumnas olímpicas del Instituto Alonso de Ercilla, ya que habían sido las primeras en llegar al Recinto Deportivo del Instituto Chacabuco. Nos comentaba que habían caminado todo el trayecto hasta el Estadio. Pero más allá de estas explicaciones, el día Lunes primero de Septiembre por la tarde, en el Patio de Media Inicial del ICh, este profesor marista repitió la misma operación, y los mismos juegos que realizó antes de la Inauguración de la Olimpiada el viernes. Espontánea y alegremente reunió a sus alumnas y compañeras y éstas ubicadas en círculo realizaron todas las dinámicas, es decir los juegos didácticos y rutinas, que este profesor por lo visto, muy bien sabe hacer: los movimientos, los gritos, los gestos... ¡absolutamente todo! ... Aún más; cuando este profe terminaba los juegos y deseaba retirarse, sus alumnas le pedían continuar. Con posterioridad, por comentarios en Facebook, supimos que se trataba del profesor Santiago o Chago como le dicen cariñosamente, del Instituto Alonso de Ercilla. Al ser consultado por este medio nos dijo que lo que a él le interesaba transmitir a sus alumnas es, más allá de la competencia, que aprovechen de disrutar lo que hacen. ¡Y vaya cómo disfrutaban sus alumnos y alumnas con sus dinámicas!  No pretendemos en este medio, establecer diferencias y premiar el mérito de un profesor más que a tantos otros. Pero aprovechando el entorno de los XX Juegos Nacionales Femeninos Maristas, no es menor que realicemos la siguiente reflexión: Como docentes sabemos que no siempre todos tenemos la capacidad o el carisma para guiar a otros. Pero cuando conocemos nuestro don, influencia y liderazgo y lo sabemos entregar con motivación, en beneficio, servicio y alegría de los demás, esto será siempre tremendamente positivo. Y cuando el alumno o alumna se siente motivado y contento, la satisfacción para el docente que motivó esa alegría es sencillamente inmensa. ¡Esta es la mejor recompensa que puede recibir todo buen profesor! Vaya desde este medio digital, un reconocimiento a todos los profesores, profesoras, entrenadores y entrenadoras, que con mucho tiempo, esfuerzo, paciencia y dedicación han formado, guiado y acompañado a sus alumnas olímpicas hasta esta hermosa Fiesta Marista en Los Andes. Y aún más... ¡¡Vaya un reconocimiento mayor a todos aquellos profesores que con sincera entrega son capaces de dar el todo por el todo, no sólo a sus alumnas y alumnos de su Colegio, sino a todos y a cada uno de los niños, niñas y jóvenes en general!... ¡¡DE ALGUNA MANERA, DIOS ESTÁ EN ELLOS!!